La Casa

La Casa
La Casa

martes, 27 de diciembre de 2011

Las Historias de Leo: La Casa

Segunda Parte
Capítulo 5


Marta sabía que de esa forma no conseguiría nada, tenía que luchar contra aquellas manos que se le acercaban o acabaría como en la pesadilla que hace un momento acababa de tener.
Así que comenzó a rezar, en voz muy alta, casi gritando, y después se levantó y se acercó a aquellas manos mirándolas fijamente, como desafiándolas.


-Vamos ! Venid ! ¿Qué me vais a hacer?! No creo que me pueda pasar algo peor de lo que me ha pasado ! No os tengo miedo ! Adelante! Arrancarme los pelos si es lo que os dejará más contentas! Yo ya no tengo miedo a morir ! No me queda nada en esta vida por lo que luchar ! Solo había una persona que me devolvió la ilusión, sabeis? y ya no está ! me dejó aquí tirada, a no ser que ya esté muerto, claro. Porque en esta casa lo único que ocurren son desgracias! Y antes que seguir aquí prefiero que me mateis! Vamos !


De repente todo lo que Marta estaba viendo a su al rededor desapareció. Marta había vencido uno de sus miedos, y aunque no se lo esperaba, ese era el camino que debía seguir si quería sobrevivir en aquel lugar.


_Y ahora se van, cobardes! - gritó Marta.


Acto seguido se quedó pensando en lo que acababa de hacer, no se lo podía creer. Cuando llegó a esa casa todo le asustaba; el simple hecho de estar en una habitación oscura no lo soportaba, y ahora estaba todos los días encerrada en la oscuridad...y ya era rutina, poco a poco se estaba armando de valor, y en el fondo, eso la hacía sentir mejor.


Mientras tanto...


Samu y Víctor estaban llegando a la casa junto con aquellos hombres y muchas niñas, incluído un bebé.
El rostro de Samu reflejaba cansancio, preocupación... se sentía perdido, y creía que jamás encontraría a Marta. Víctor estaba igual, aunque de vez en cuando intentaba animar a Samu, pero no lo conseguía...


_Vamos Samu, ya verás que todo saldrá bien, dentro de poco estaremos tú y yo en el Caribe, con un montón de tías buenas a nuestro al rededor, tomando un batido...
_Eso no es lo que yo quiero Víctor, y lo sabes..
_Ya, pero no puedes vivir siempre del pasado, cuando salgamos de aquí hay que pasar página, y celebrarlo por todo lo alto.
_Ella es mi vida , Víctor ! 
_Pero si la conoces de un mes y poco más ! ¿Cómo va a ser tu vida? Es una obsesión.
_Es mi vida ! No he sentido nada igual por nadie más ! No te enteras? Solo la quiero a ella, si ella no aparece yo prefiero morir.
_Estás loco...
_Por ella, lo sé.
_Mira, ojalá yo nunca me enamore, porque tienen razón en eso de que el amor os atonta..


Samu no respondió, él solo pensaba en Marta, en todos aquellos momentos que había pasado a su lado, en un posible reencuentro... aunque ya había perdido cualquier esperanza en volverla a ver.


_Samu ! Una Casa ! Es esa a la que nos llevan? ! Es gigante! - dijo Víctor.


Samu alzó la vista al frente y vio la casa que más había odiado en toda su vida.


_Si, esa es..


Los hombres que los llevaban hasta allí empezaron a empujarles y les obligaron a acelerar el paso, y todos obedecieron con muy mala cara.
Cuando ya casi estaban al lado de la casa, apareció Lorenzo por la puerta principal y se dirigió a ellos.


_Bienvenidos a vuestro nuevo hogar ! Niñas, ahí dentro teneis todos los juguetes que siempre habeis deseado tener, y unas habitaciones dignas de las princesitas que sois.


Las niñas, muy contentas, fueron corriendo hasta la casa, y una vez que habían entrado Lorenzo dirigió su mirada hacia Samu.


_ ¡Rastrero! - le gritó Samu, y luego le escupió.


_Lo sé, así soy yo. 


Lorenzo llamó a sus hombres :


_Llevadle hasta el peor sitio de esta casa, allí morirá tranquilo, y poco a poco.


_Sí, señor.


Samu estaba lleno de rabia, pero sabía que no podía hacer nada para impedir que se lo llevaran, eran demasiados hombres, y mucho más grandes que él.
Luego Lorenzo se dirigió a Víctor.


_A este dejádmelo a mi, que yo me encargo.


Víctor, muerto de miedo, se quedó con Lorenzo.


Samu temía lo peor para su amigo, pero tambien para él, intentó idear un plan, pero no se le ocurría nada. Los hombres se lo llevaron hasta el jardín de la casa, y allí se pararon a discutir, Samu prestó atención a la discusión.


_El señor dijo que lo lleváramos al peor sitio de esta casa, no? pues es en ese árbol ! qué otro sitio sino?
_Pero es que en ese árbol ya hay alguien, y no creo que quiera poner a dos personas muriéndose juntas.
_¿ Y por qué no ?
_Porque el castigo sería peor si murieran solos.
_Pues yo solo hago lo que el señor ordena, y el señor dijo que lo lleváramos al peor sitio de la casa; este es el peor sitio de la casa, así que lo dejamos aquí.
_Si algo sale mal te echaré a ti la culpa.
_No va a salir mal.


Samu comenzó a pensar, en esa casa habían muerto todos, menos ellos que consiguieron escapar, menos Laura que estaba escondida en el desván (pero aquellos hombres no sabían en donde estaba) , y menos algunos que tambien escaparon. Solo le quedaba una opción, Marta. Si alguien estaba en aquel árbol, esa tenía que ser Marta. Una sonrisa iluminó de repente su cara.


_¿Puedo ir al baño? - les preguntó Samu.
_¿tiene que ser justo ahora?
_Por favor....será rápido..
_Está bien, Claudio, acompaña a este niño al otro lado del jardín, pienso que no tiene porque ir hasta el baño precisamente, perderíamos mucho tiempo.


El hombre llevó a Samu hasta el otro lado del jardín, y este, mientras se desabrochaba el cinturón, ideaba un plan.


_Vamos, acaba ya ! que no tengo todo el día !


Samu, de repente, empezó a gritar de dolor.


_Aaahh ! Jodeer! 


_¿Qué ha pasado? 


_¡Jodeer! ¡Cómo duele!


_Niño ! que ha pasado?!

_Me la he pillado ! me la he pillado ! Con la cremallera!


_Dios mío...eso tiene que doler! Espera un momento.


El hombre fue a llamar a otro de sus compañeros, ya que no sabía qué debía hacer con Samu, si dejarlo así o si ayudarle.


Entonces Samu aprovechó el momento y salió corriendo en busca de algún escondite, pero uno de los hombres lo vio.


_Eh ! que se escapa ! 




Continuará...

3 comentarios: