La Casa

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domingo, 24 de abril de 2011

Las historias de Leo: La Casa (Historia de intriga)

Capítulo 14


Marta sabía que quien la estuviera apuntando con la pistola intentaría matarla, ya había llegado el día que todos temían...


_¿Quien eres?-preguntó Marta- me vas a matar igual, así que por lo menos déjame ver tu cara, ¡cobarde!
_Soy yo, tu queridísima hermanita - Teresa comenzó a reirse.
_¿Que? -Marta no se lo podía creer...
_Sí, como lo oyes...mira, no tengo mucho tiempo...así que voy a acabar contigo ya , ¿vale? ¿tus últimas palabras?
_¿Como puedes llegar a ser tan retorcida?!
_¿Son esas? Pues , adios.
_¡Espera! Solo dime una cosa...¿por qué? ¿por qué lo haces? Yo confié en ti.... -Marta no pudo evitar llorar.
_Te diré esto y luego te mataré ¿vale?
_Está bien....
_A ver Martita, yo a ti no te conozco de apenas tiempo, así que ¿para qué engañarnos? no te tengo tanto cariño, eres mi hermana pero como si nunca lo hubieras sido....Apenas nos conocemos en realidad...Y verás, no te mentí con todo lo del desván...con lo que vi, el abuelo, etc.... Cuando llegaste no te quería matar...ni mucho menos...Pero ¿te acuerdas del día en que desaparecí? Cuando viniste a buscarme a la sala de los corazones y todo eso...pues ese día mis "padres" me dijeron que no me matarían si te mataba yo a ti, que yo era su única esperanza, que nunca sospecharías de mi.....no se equivocaron por lo que veo...qué inocente eres ee! Bueno, sigo, además me dijeron que si lograba acabar contigo me dejarían salir de aquí con Samu....y yo le quiero...prefiero que mueras tú antes que nosotros, lo siento...pero tenía que decidir...y ya decidí...Así que....adios.
_¡Espera! No puede ser, Teresa...a mi me dijeron lo mismo!
_¿Que?
_Que me dijeron que si te mataba me dejarían salir de aquí con Samu.
_¿Que dices? Sabes que no es verdad.
_Sí que lo es! Teresa, nos han mentido a las dos! Querían que acabáramos la una con la otra....en ningún momento pensaron en la posibilidad de dejarnos escapar!
_¡Mientes! Intentas confundirme, a ti no te dijeron nada!
_Sí que lo hicieron! Si me matas....serás la siguiente....
_¡No! ¡No puede ser!


Teresa estaba muy nerviosa y comenzó a chillar.
Entonces Marta aprovechó el estado de Teresa y le dio un puñetazo en la cara, despues cogió la pistola y le pegó con ella en la cabeza. Teresa cayó al suelo herida.


_Ha funcionado -dijo Marta.


Todo lo que Marta le había dicho a Teresa era mentira, nadie le mandó que la matara, solo lo hizo para confundirla y poder escapar. Y le salió bien.
Pero aun tenía un problema: sacar de ahí a Laura.
Entonces vio una puerta que estaba en esa habitación, la abrió y se encontró con una habitación igual a la anterior en la que había otra puerta. Abrió esta puerta y vio otra habitación semejante a las anteriores con otra puerta, abrió esta otra puerta y volvió a ver lo mismo. Eran muchas habitaciones iguales, así que decidió llevarse a Laura a la última. No podía esconderla en otro sitio porque estaba conectada a una máquina para sobrevivir, ya que estaba en coma. Esas habitaciones eran las únicas que disponían de aquella máquina.
Así que llevó a Laura hasta la última, no era un lugar muy seguro, pero por lo menos tardarían un poco en encontrarla y con algo de suerte Marta tendría tiempo para acabar con aquello.
Llevó a Laura hasta la última habitación, pero cuando iba a salir, el espíritu de Laura se puso en frente de la puerta, como si no la dejara salir.


_¿Que pasa? No puedo llevarte a otro sitio! Sé que no es muy seguro pero ¿qué quieres que haga?!


Laura se dirigió hacia la pared de la habitación, se apoyó en ella y se abrió, dando lugar a otra habitación como aquellas, era un habitación secreta.


_No puede ser....


Marta cambió a Laura de habitación y la dejó en esa.


_Volveré a por ti, te lo prometo -le dijo a Laura.


Salió de allí corriendo, volvió a la primera habitación y ahí estaba tirada en el suelo Teresa.
La cogió y la puso en la camilla en la que estaba antes Laura, la tapó con una tela que antes tapaba a Laura y la ató a la camilla.


_Así pensarán que Teresa es Laura.


Marta se fue de allí, bajó hasta las primeras plantas de la casa y comenzó a gritar:


_¡Ei! ¡Reunión en la cocina! Todos deben estar presentes!


La gente bajó hasta la cocina, una vez que estaban todos Marta comenzó el discurso:


_Chicos, ha llegado el día, hoy supuestamente moriremos, pero hay una forma para librarnos de ello. Solo una, mantenernos unidos, así no podrán con nosotros, ¡somos demasiados para ellos! Coged cuchillos, tenedores, madera., palos...lo que haga falta, coged un arma y lucharemos juntos, pero debemos mantenernos unidos. Que nadie se vaya por su lado en ningún momento, ¿entendido?!


Todos asintieron, les gustó el plan, total, no tenían nada que perder.
Entonces un chico que venía del jardín comenzó a gritar:
_¡Una bomba! ¡Una bomba!


Todos se sorprendieron y salieron rapidamente al jardín para ver qué pasaba.
Allí, colgando del tejado, había un objeto cuadrado, que marcaba una hora.
De repente se oyó una voz por toda la casa:
_Dentro de una hora estareis todos muertos, pero no os asusteis, solo será una bomba.


La gente comenzó a gritar, a correr sin saber a donde, a trepar por los muros del jardín...


_No puede ser.... -dijo Marta.


Entonces Elena se acercó a ella y le dijo:


_Marta, ¿por qué se han separado todos?
_Elena, no pasa nada¿vale? todo saldrá bien...
_¡ No es verdad ! Hay una bomba que en una hora acabará con nosotros! ¿lo ves Elena? Esa cosa que cuelga del tejado es una puta bomba! - dijo Samu.
_Samu, cállate porfavor! -le gritó Marta.
_No es una bomba. -dijo Elena.
_¿Como que no? ¿Por qué dices eso? -Marta sabía que la niña siempre decía la verdad.
_Solo quieren que no estemos juntos.-dijo Elena.


A Marta le encajaron perfectamente las piezas, cada uno estaba ahora por su lado, así podrían acabar con ellos, sin embargo de la otra forma no.


_La niña tiene razón, nos están engañando! Además, si quieren nuestros corazones no creo que sean tan tontos como para destrozarlos! Una bomba nos mataría, pero destrozaría nuestros corazones y no les serviría de nada! -dijo Marta.
_Tienes razón....-dijo Samu.


Entonces Marta comenzó a gritar por toda la casa:
_¡No hagais caso! ¡Es una trampa! ¡No existe esa bomba!


Pero la gente no le creyó y pasaron de ella totalmente.
Solo Samu, Elena y otras dos personas estaban con ella.


_Está bien, no permitiré que se salgan con las suya, nosotros cinco debemos permanecer unidos, ¿entendido?


Todos asintieron.


_Bien, venid, os llevaré a un lugar seguro, allí tendremos tiempo para pensar qué debemos hacer.


Marta se dirigió al cuarto de Teresa, abrió la trampilla que había debajo de la cama y entraron por ella. Llegaron al cuarto en el que estaban los muertos tirados.


_Yo una vez me escondí aquí, y no me vieron. Tiraos, sé que no es agradable pero no podemos hacer otra cosa.


Todos se tiraron en el suelo simulando que estaban muertos.
Entonces Marta comenzó a pensar en la forma de salir de ahí.


_Chicos, la gente que nos tiene encerrados entran por algún lugar secreto...ellos no vienen por la puerta principal, están aquí a veces, cuando nos quieren matar, pero no viven aquí. Mis "padres" vivían en casa, no aquí, eso quiere decir que tiene que haber una salida, un sitio por el que ellos entran, algo que comunique esta casa con la calle. ¿Me entendeis?
_Si ! tienes razón...por algún sitio secreto entran...porque nunca les vemos entrar...y además todo lo demás está cerrado...-dijo Clara, una de las dos personas que fueron con ellos y que creía en Marta.
_Lo que tengo que averiguar es en donde está esa salida...
_Mi hermana lo sabe -dijo Elena.
_¿Laura? -le preguntó Marta.
_Sí.
_Vengo ahora, chicos.


Marta corrió hasta las habitaciones de arriba, en las que se encontraba Laura. Pero fue con mucho cuidado.
Solo podía hablar con Laura si estaba a su lado, ya que ésta cada vez estaba más débil y su espíritu ya no llegaba muy lejos.
Entró en la primera habitación(porque sino no podía llegar a las demás) , en la habitación en la cual debería de estar Teresa....
Pero no estaba.


_Pero si la dejé aquí, atada....


Continuará....

sábado, 16 de abril de 2011

Las historias de Leo: La Casa (Historia de intriga)

Capítulo 13


Marta tenía que esconderse en algún sitio, asíque se tiró al suelo entre los muertos, al estar tan oscuro el cuarto, no se notaría que estaba viva, nadie se daría cuenta.
Alguien bajaba las escaleras y Marta cada vez lo pasaba peor. Entonces abrieron la puerta del cuarto, pero Marta no pudo ver nada, tenía que estar totalmente quieta o la descubrirían.
Oyó cómo alguien pasaba por el cuarto hasta que se cerró una puerta. Seguramente ese alguien acababa de ir a la sala de los corazones.
Marta seguía escondida, era muy arriesgado salir en ese momento, asíque esperó un poco más.
De repente oyó a alguien gritar en la sala, estuvo un buen rato oyendo gritos, despues no oyó más.
_Estarán matando a alguien....-Marta estaba temblando, todo era muy desagradable.

Entonces la puerta de la sala se abrió, alguien volvió a cruzar por el cuarto en el que estaba Marta y salió de allí.
Marta oyó cómo alguien cerraba la trampilla, ya estaba a salvo.

Se levantó rapidamente, no habría soportado estar más tiempo entre los muertos. Cogió la linterna y vio un pendiente.

_Se le habrá caído a la persona que acaba de pasar por aquí.... porque antes no estaba... Esto me puede ayudar a saber quien es el topo de la casa.

Marta salió de allí corriendo.
Una vez en la casa, lo primero que hizo fue investigar todas las habitaciones y mirar las orejas de toda la gente de la casa para ver a quien se le había caído el pendiente.
Entonces se tropezó con Teresa.

_Marta, ¿qué haces? Te noto rara.....
_Teresa, verás, he encontrado esto....-Marta le enseñó el pendiente.
_¿Dónde?- le preguntó Teresa sorprendida.
_Eso da igual, es una historia muy larga, creo que quien tenga la pareja de este pendiente es un topo. Creo que esa persona se encuentra en esta casa.
_Vuelvo ahora, me encuentro mal, espérame.

Teresa se dio la vuelta y fue al baño.
Al cabo de un rato volvió.

_¿Ya estás bien?
_Sí.
_Teresa, yo no debería contarte todo esto....me dijeron que no confiara en nadie...pero es que tú eres mi hermana y sé que serías incapaz de hacerme daño, sé que eres la única en la que puedo confiar.
_Claro que puedes contar conmigo, Marta, en todo.-Teresa sonrió.
_Lo sé, bueno me tengo que ir, tengo que seguir investigando.

Marta siguió su camino, lo primero que hizo fue ir al baño, allí se quedó con la boca abierta.
En el baño estaba el otro pendiente, el que estaba buscando.

_Alguien lo dejó aquí....ahora no sabré quien es el topo....

Marta intentó averiguar quien había ido al baño, solo se acordaba de Teresa, pero estaba segura de que esta no era la que lo dejó allí.
Marta no podía perder el tiempo, solo le quedaba un día.
_Mañana es la fecha en la que supuestamente moriremos.....o eso pone en las tumbas.....tengo que apresurarme.

Pero entonces escuchó un ruido, pensó que alguien la seguía.
Asíque empezó a correr por un largo pasillo, bajó las escaleras, se introdujo en otro pasillo, seguía oyendo pasos....asíque siguió corriendo, pero entonces chocó con algo. Marta se sorprendió, ahí, en frente suya no había nada.
_¿Con qué me he chocado?

Entonces vio un papel, ponía: AYÚDAME.
Marta no sabía por qué estaba eso ahí. Se dio la vuelta y vio a Laura, la cual se estaba yendo, pero lo curioso era que parpadeaba, desaparecía y aparecía mientras caminaba.
_Algo no va bien....-pensó Marta.

Marta siguió a Laura, esta la condujo hasta la biblioteca y allí chocó contra una estantería, de la cual cayó una carpeta. Laura desapareció.

Marta cogió la carpeta, la abrió y vio que dentro habían unos papeles llenos de nombres.
Todos estaban tachados, menos treinta, el suyo estaba ahí, sin tachar.
_Es de lo que me habló mi hermano....

Pero lo que más le sorprendió era que uno de esos nombres era el de Laura, y no estaba tachado.

_¿Cómo es posible? Si Laura está muerta......

Entonces se giró y detrás suya vio a Elena.
_¿Tú tambien estás buscando a mi hermana?-le preguntó la niña.
_¿A tu hermana? ¿Quien es tu hermana?
_Laura.
_¿Laura? ¿Es tu hermana? Espera, Laura está muerta, ¿por qué la buscas?
_Aun no está muerta, está encerrada, ellos se la llevaron.
_¿Qué?

La niña se fue, Marta estaba alucinando, cada vez se complicaban más las cosas, pero tenía que buscar a Laura, si Elena dijo eso, tenía que ser verdad.
Salió de la biblioteca dispuesta  a encontrar esa habitación en la que Laura estaba encerrada.
Pero entonces se acordó de su hermano.
_Tengo que contarle todo esto a Ángel antes de nada.

Marta buscó a Ángel por toda la casa, pero no lo encontró.
_No pueder ser....-Marta empezó a preocuparse.

Entonces se encontró con Samu.
_Marta, necesito hablar contigo ahora.
_¿Qué quieres? Tengo prisa.
_Marta, mañana es el último día en que te veré.Quería que sepas que te quiero.
_¿Qué? ¿Que me quieres? Eso no te lo crees ni tú chaval, anda, vete con Teresa que lo que faltaba es que juegues con ella.
_Pero es que yo te quiero a ti, solo quería que lo supieras, lucharé por ti, sé que tú sientes lo mismo.
_A ver, tú estás con Teresa ¿vale? deja de hacer el paripé que no estamos en gran hermano tio, me voy, tengo cosas mas importantes que hacer que estar con un loco.

Marta se estaba yendo y no pudo oir a Samu.
_No te librarás de mi tan facilmente-dijo este.

Despues de hablar con Samu, Marta se encontró con Teresa, la cual estaba nerviosa y necesitaba contarle algo.
_Marta, he visto a un señor, llevaba el cuerpo de tu hermano! sin corazón....
_¿Qué?! No puede ser....
_Sí.....es cierto, Marta tengo miedo...

Marta comenzó a llorar, no se lo podía creer.
Se encerró en su habitación y allí pasó horas y horas. Hasta que sintió cómo alguien le tocaba en el hombro.
No vio nada, no había nadie.
Entonces escuchó unas palabras: Marta, no hay tiempo, Ayúdame.

Marta no vio a nadie, no supo de dónde salía esa voz, pero inconscientemente se levantó y se dirigió hacia el último piso de la casa.Una planta más arriba que el desván, una planta desconocida para todos.
No sabía cómo llegó hasta allí, ella no se movió en ningún momento, era como si alguien se hubiera apoderado de su cuerpo.
Entonces volvió en sí misma y se encontró en frente de una puerta de madera.
No tenía pomo ni nada con lo que poder abrirla, así que Marta la echó abajo de unas cuantas patadas.

Al entrar vio a Laura ,sin una oreja, tirada en una camilla, enchufada a un aparato extraño, estaba en coma, entre la vida y la muerte.

Marta estaba atónita.
_Entonces ¿por qué me encontré al espíritu de Laura por los pasillos si no estaba muerta?-pensó- aunque estaba entre la vida y la muerte....seguro que su espíritu salió para que la ayudara....

Marta no se lo pensó dos veces y quiso sacar de ahí a Laura, no sabía cómo, pero tenía que hacerlo de alguna forma.
Pero entonces, alguien la agarró por detrás apuntándola con una pistola.
Lo primero que Marta pensó fue: " Son las doce, hoy es el día en que supuestamente vamos a morir todos...."



Continuará....

martes, 5 de abril de 2011

Las historias de Leo: La Casa (Historia de intriga)

Capítulo 12


Marta se asustó, pero no quiso darle importancia al ruido que acababa de escuchar y siguió su camino. Pero entonces oyó unos pasos, parecía que alguien la seguía. Marta comenzó a andar más rápido, pero seguía oyendo pasos, miró a su alrededor varias veces. No vio nada.
Entonces comenzó a correr, pero alguien corría tras ella.


Marta subió las escaleras corriendo y se tropezó, los pasos que oía cada vez estaban más cerca.
Se levantó con mucha prisa y entró en su habitación, allí se encerró en un armario.
Marta sudaba, estaba muy asustada, y en ese momento pudo oir cómo alguien abría la puerta de la habitación.
Ese alguien se estaba acercando al armario...


La puerta del armario comenzó a abrirse y Marta no pudo evitar gritar. La puerta se abrió del todo y Marta enseguida reconoció a quien le había seguido, era quien menos esperaba.


En frente suya estaba su antiguo hermano, el que semanas antes la llevó hasta esa casa en brazos.


_¡Ángel! ¡No me mates, porfavor! -le rogó ella llorando.
_Tranquila Marta. No te podría hacer daño jamás.
_¡¿Cómo que no?! ¡Me trajiste al mismísimo infierno! ¡Nunca me podrías haber hecho más daño!
_¡Lo siento! ¿vale? Marta, no he venido a hacerte daño. Cuando te traje hasta aquí no sabía qué era todo esto. Mis padres me dijeron que era un internado, que te traían porque en el pueblo no estudiabas lo suficiente y que era por tu bien. A mi me dolió el tener que separarme de ti, pero tuve que mentirte y traerte hasta aquí porque pensé que sería lo mejor para ti. ¡Joder, Marta! ¡Yo no sabía todo lo que estaba pasando!-Ángel comenzó a llorar.

_Ei tranquilo, no pasa nada, me alegra saber que no estás de parte de ellos.
_Marta, son nuestros padres...
_No, son tus padres. Yo soy adoptada, pero de eso ya hablaremos más tarde.
_¿Como? ¿Qué quieres decir? ¡Eso no es posible!
_De eso ya hablaremos. Ahora dime, ¿por qué te trajeron hasta aquí a ti tambien?

_Subí al desván.... Verás, yo necesitaba saber cómo estabas y mis padres no me dejaron llamarte en ningún momento, decían que te distraería, pero yo sabía que algo no iba bien. Así que subí al desván, y lo vi... el abuelo, aquellas listas...
_Espera, ¿qué listas?
_Eran unos papeles que nombraban a distintas casas, casa 1...casa 2.... en cada casa había muchos nombres. Pero lo que me sorprendió fue que casi todos estaban tachados, solo quedaban 30 nombres sin tachar, y esos nombres eran de la casa 1...
Marta, esta es la casa 1, seremos los siguientes...
_¿Osea que ya han acabado con el resto? ¿Somos la única casa que queda?
_Eso parece...
_Ángel, no te preocupes,saldremos de aquí, te lo prometo.


Marta salió de su habitación para ir a la de Teresa. Tenía que hablar con ella, no se quitaba de la cabeza que por su culpa casi moría.
Pero Teresa no estaba en su habitación, estaba buscando a Samu y se cruzó con Ángel por el pasillo.
Ángel quería decirle algo a Marta, antes se le olvidó contarle una cosa muy importante y al ver a Teresa pensó que era ella, ya que no tenía ni idea de que Marta tenía una hermana gemela.


_¡Marta! -le dijo Ángel a Teresa.
_No, yo no....


Antes de que Teresa pudiera hablar, Ángel la cortó.


_Se me olvidó decirte una cosa muy importante que averigüé. Escuché a mis padres hablando en el salón el día antes de que me trajeran hasta aquí.


A Teresa le interesó el tema y se hizo pasar por Marta.
_¿Sí? ¡Dime, dime! ¿Qué oíste?
_Espera, tú no ibas vestida así, ¿por qué te has cambiado? -le preguntó extrañado.

_Ah por nada, es que me manché. Pero vamos, cuéntame eso.
_Vale, pues mira, les oí decir que en esta casa hay una chica que supuestamente es tu hermana y que intentará acabar contigo. Marta, yo no sé si es verdad que tienes una hermana, pero si lo es no te fíes de ella. Sé lo que oí y me lo creo. Aléjate de ella ya.
_¿Una hermana? -Teresa no se lo podía creer, estaba llena de odio- ¡Qué va! Eso son tonterías, tú no te preocupes, no tengo ninguna hermana. Bueno, tenía una, pero hace tiempo que murió, a lo mejor hablaban de ella, ¡qué ignorantes! Ni si quiera saben que ya murió... -Teresa se reía.
_¿Que ya murió? No, estoy seguro de que está viva, sé lo que oí.


Teresa lo negó con la cabeza.


_Ven conmigo Ángel, te enseñaré algo.
_¿El qué?


Teresa cogió por el brazo a Ángel con fuerza y se lo llevó con ella.


Mientras tanto, Marta entró en la habitación de Teresa, pero no estaba. Enfadada empujó la mesita de noche que estaba a su lado y un anillo cayó y rodó hasta quedarse debajo de la cama de Teresa. Marta se agachó para cogerlo y entonces vio que debajo de la cama había una trampilla, pero estaba cerrada con llave. La buscó por toda la habitación pero no la encontró. Entonces apareció Laura.


_¡Laura! Menos mal, ¡ayúdame!


Esta señaló la trampilla y desapareció.


_¡No! ¡Vuelve!


Marta no sabía qué hacer, pero volvió a mirar debajo de la cama y vio que la trampilla estaba abierta. Lo supuso, Laura una vez más lo había hecho por ella. Marta sonrió y bajó por las escaleras que habían en la trampilla, al bajarlas se encontró con una puerta. La abrió y entró en un cuarto muy oscuro. Le pareció ver a alguien.
_¿Quien está ahí?

Entonces cogió la linterna, al encenderla se quedó de piedra. Había muchos muertos en ese cuarto, todas las personas que había ido desapareciendo estaban allí, sin corazón. Marta estaba muy asustada, ¿qué hacía esa trampilla debajo de la cama de Teresa? Pero no le dio importancia a eso, cualquiera pudo ponerla ahí.
Entonces vio otra puerta. La abrió y comprobó que estaba comunicada con la sala del pasadizo, con la sala en la que guardaban todos los corazones.
_Claro, alguien se llevaba a la gente por la trampilla, es menos sospechoso que llevarlos por el pasadizo. Raptaban a la gente, se los llevaban por la trampilla, los mataban en la sala, les arrancaban el corazón y los dejaban muertos en ese cuarto...Pero si se los llevaban de la casa con tanta facilidad y sin que nadie viera nada es porque en esta casa hay un topo...Esa trampilla está ahí por eso...-Marta seguía buscando respuestas para todo.


Pero enseguida oyó que la puerta de la trampilla se abrió. Alguien estaba entrando.
Marta no sabía donde esconderse...


Continuará....