La Casa

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martes, 5 de abril de 2011

Las historias de Leo: La Casa (Historia de intriga)

Capítulo 12


Marta se asustó, pero no quiso darle importancia al ruido que acababa de escuchar y siguió su camino. Pero entonces oyó unos pasos, parecía que alguien la seguía. Marta comenzó a andar más rápido, pero seguía oyendo pasos, miró a su alrededor varias veces. No vio nada.
Entonces comenzó a correr, pero alguien corría tras ella.


Marta subió las escaleras corriendo y se tropezó, los pasos que oía cada vez estaban más cerca.
Se levantó con mucha prisa y entró en su habitación, allí se encerró en un armario.
Marta sudaba, estaba muy asustada, y en ese momento pudo oir cómo alguien abría la puerta de la habitación.
Ese alguien se estaba acercando al armario...


La puerta del armario comenzó a abrirse y Marta no pudo evitar gritar. La puerta se abrió del todo y Marta enseguida reconoció a quien le había seguido, era quien menos esperaba.


En frente suya estaba su antiguo hermano, el que semanas antes la llevó hasta esa casa en brazos.


_¡Ángel! ¡No me mates, porfavor! -le rogó ella llorando.
_Tranquila Marta. No te podría hacer daño jamás.
_¡¿Cómo que no?! ¡Me trajiste al mismísimo infierno! ¡Nunca me podrías haber hecho más daño!
_¡Lo siento! ¿vale? Marta, no he venido a hacerte daño. Cuando te traje hasta aquí no sabía qué era todo esto. Mis padres me dijeron que era un internado, que te traían porque en el pueblo no estudiabas lo suficiente y que era por tu bien. A mi me dolió el tener que separarme de ti, pero tuve que mentirte y traerte hasta aquí porque pensé que sería lo mejor para ti. ¡Joder, Marta! ¡Yo no sabía todo lo que estaba pasando!-Ángel comenzó a llorar.

_Ei tranquilo, no pasa nada, me alegra saber que no estás de parte de ellos.
_Marta, son nuestros padres...
_No, son tus padres. Yo soy adoptada, pero de eso ya hablaremos más tarde.
_¿Como? ¿Qué quieres decir? ¡Eso no es posible!
_De eso ya hablaremos. Ahora dime, ¿por qué te trajeron hasta aquí a ti tambien?

_Subí al desván.... Verás, yo necesitaba saber cómo estabas y mis padres no me dejaron llamarte en ningún momento, decían que te distraería, pero yo sabía que algo no iba bien. Así que subí al desván, y lo vi... el abuelo, aquellas listas...
_Espera, ¿qué listas?
_Eran unos papeles que nombraban a distintas casas, casa 1...casa 2.... en cada casa había muchos nombres. Pero lo que me sorprendió fue que casi todos estaban tachados, solo quedaban 30 nombres sin tachar, y esos nombres eran de la casa 1...
Marta, esta es la casa 1, seremos los siguientes...
_¿Osea que ya han acabado con el resto? ¿Somos la única casa que queda?
_Eso parece...
_Ángel, no te preocupes,saldremos de aquí, te lo prometo.


Marta salió de su habitación para ir a la de Teresa. Tenía que hablar con ella, no se quitaba de la cabeza que por su culpa casi moría.
Pero Teresa no estaba en su habitación, estaba buscando a Samu y se cruzó con Ángel por el pasillo.
Ángel quería decirle algo a Marta, antes se le olvidó contarle una cosa muy importante y al ver a Teresa pensó que era ella, ya que no tenía ni idea de que Marta tenía una hermana gemela.


_¡Marta! -le dijo Ángel a Teresa.
_No, yo no....


Antes de que Teresa pudiera hablar, Ángel la cortó.


_Se me olvidó decirte una cosa muy importante que averigüé. Escuché a mis padres hablando en el salón el día antes de que me trajeran hasta aquí.


A Teresa le interesó el tema y se hizo pasar por Marta.
_¿Sí? ¡Dime, dime! ¿Qué oíste?
_Espera, tú no ibas vestida así, ¿por qué te has cambiado? -le preguntó extrañado.

_Ah por nada, es que me manché. Pero vamos, cuéntame eso.
_Vale, pues mira, les oí decir que en esta casa hay una chica que supuestamente es tu hermana y que intentará acabar contigo. Marta, yo no sé si es verdad que tienes una hermana, pero si lo es no te fíes de ella. Sé lo que oí y me lo creo. Aléjate de ella ya.
_¿Una hermana? -Teresa no se lo podía creer, estaba llena de odio- ¡Qué va! Eso son tonterías, tú no te preocupes, no tengo ninguna hermana. Bueno, tenía una, pero hace tiempo que murió, a lo mejor hablaban de ella, ¡qué ignorantes! Ni si quiera saben que ya murió... -Teresa se reía.
_¿Que ya murió? No, estoy seguro de que está viva, sé lo que oí.


Teresa lo negó con la cabeza.


_Ven conmigo Ángel, te enseñaré algo.
_¿El qué?


Teresa cogió por el brazo a Ángel con fuerza y se lo llevó con ella.


Mientras tanto, Marta entró en la habitación de Teresa, pero no estaba. Enfadada empujó la mesita de noche que estaba a su lado y un anillo cayó y rodó hasta quedarse debajo de la cama de Teresa. Marta se agachó para cogerlo y entonces vio que debajo de la cama había una trampilla, pero estaba cerrada con llave. La buscó por toda la habitación pero no la encontró. Entonces apareció Laura.


_¡Laura! Menos mal, ¡ayúdame!


Esta señaló la trampilla y desapareció.


_¡No! ¡Vuelve!


Marta no sabía qué hacer, pero volvió a mirar debajo de la cama y vio que la trampilla estaba abierta. Lo supuso, Laura una vez más lo había hecho por ella. Marta sonrió y bajó por las escaleras que habían en la trampilla, al bajarlas se encontró con una puerta. La abrió y entró en un cuarto muy oscuro. Le pareció ver a alguien.
_¿Quien está ahí?

Entonces cogió la linterna, al encenderla se quedó de piedra. Había muchos muertos en ese cuarto, todas las personas que había ido desapareciendo estaban allí, sin corazón. Marta estaba muy asustada, ¿qué hacía esa trampilla debajo de la cama de Teresa? Pero no le dio importancia a eso, cualquiera pudo ponerla ahí.
Entonces vio otra puerta. La abrió y comprobó que estaba comunicada con la sala del pasadizo, con la sala en la que guardaban todos los corazones.
_Claro, alguien se llevaba a la gente por la trampilla, es menos sospechoso que llevarlos por el pasadizo. Raptaban a la gente, se los llevaban por la trampilla, los mataban en la sala, les arrancaban el corazón y los dejaban muertos en ese cuarto...Pero si se los llevaban de la casa con tanta facilidad y sin que nadie viera nada es porque en esta casa hay un topo...Esa trampilla está ahí por eso...-Marta seguía buscando respuestas para todo.


Pero enseguida oyó que la puerta de la trampilla se abrió. Alguien estaba entrando.
Marta no sabía donde esconderse...


Continuará....

1 comentario:

  1. Me encanta tu historia y es super interesante.
    Espero que escribas pronto y muchas gracias por compartir tu historia con todos.

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