La Casa

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martes, 29 de marzo de 2011

Las historias de Leo: La Casa (Historia de intriga)

Capítulo 5


_¡Teresa! ¡Ayuda! ¡Está aquí!
Teresa no la oyó, nadie la podía oir, así que comenzó a correr hacia a la puerta de la casa. Intentó abrirla, pero no pudo.
_¡Abrirme porfavor!

Nadie le abrió.
Marta se dio la vuelta, allí seguía Laura, mirándola fijamente.

_¡¿Qué quieres de mi?! ¡Déjame en paz porfavor! –Marta lloraba.

Laura no le contestó.

_¡¿Estás sorda?! ¡Sé que me oyes perfectamente! ¡Sé que no estoy loca, tú existes por mucho que digan lo contrario! ¡¿Porqué a mi?! ¡¿Porqué solo apareces cuando estoy sola?!
Laura seguía sin contestar.
_Está bien, ¿te estás riendo de mi? Ahora verás.
Marta cogió una piedra y se la lanzó al pecho.
Laura comenzó a desgarrar la camiseta que llevaba puesta como si estuviera poseída por algún demonio.
Marta dio unos pasos atrás aterrorizada.
Entonces vio como Laura se rasgaba la piel intentando escribir algo.

_¿Qué haces? ¡Te vas a lastimar! – A Marta no le era agradable ver cómo Laura sangraba mientras escribía con las uñas en la piel… de hecho a Marta nunca le gustaron las películas de terror y en ese momento estaba viviendo algo parecido.
Laura acabó de escribir, tenía la piel destrozada. En su piel había escrito: ELLOS me arrancaron el corazón.
Marta no sabía qué decir, no tenía palabras. ¿Quiénes eran ellos? ¿Porqué le arrancaron el corazón? ¿No murió desangrada porque le cortaron una oreja?
Todas esas preguntas pasaban por la cabeza de Marta.

De repente, Laura desapareció. Pero Marta pudo ver algo que le sería muy útil. El collar que llevaba Laura estaba tirado en el suelo, Marta lo cogió apresuradamente, al principio vio que solo ponía el nombre de Laura pero al darle la vuelta pudo ver unas letras que ponían: No coger.
Marta recordó que el libro de la biblioteca ponía exactamente eso.
_A lo mejor Laura quiere que entre en el pasadizo….¿pero porqué? ¿qué habrá allí dentro?
Marta corrió de nuevo hacia la puerta de la casa, esta vez sí que estaba abierta.
_Qué extraño…antes no podía abrirla…- pensó Marta.
Entró en la casa y fue en busca de Teresa.
_¡Teresa! ¡No te lo vas a creer!
_Ahora no, Marta. No es el momento de que me hables de tonterías.
_Porfavor, escúchame. Sé cosas que pueden ayudarnos a saber qué hacemos aquí.
_Marta, ahora no.
_¡¿Porqué?!

Teresa no contestó. Entonces apareció Samu.
_Porque se han llevado a mi madre, Marta…- Samu lloraba- esos desgraciados se la van a cargar igual que han hecho con todos los que han desaparecido de esta casa, ¿te parece poco? Tú sigue con tus tonterías, en tu mundo, que así no vas a conseguir nada.
_¿Se han llevado a Carla? - Marta no podía creerlo, no sabía qué decir.

Se hizo un silencio en la habitación. Samu lloraba y Teresa le pidió a Marta que saliera de la habitación.
Marta salió muy preocupada.

_Tienen razón, no voy a conseguir nada si sigo pensando en que los fantasmas existen, debo estar muy mal y por eso me pasa esto…
Con la cabeza agachada caminó hasta el final de un pasillo, llegó al baño y allí se encerró. Ya no le quedaban fuerzas para hacer nada, no quería seguir viviendo.
Pensó en suicidarse.

_¿Qué más dará? Una loca menos…
Cogió un objeto de piedra que había en el baño y se golpeó la cabeza.
En ese mismo instante, Marta perdió el conocimiento.

A la mañana siguiente abrió los ojos y se encontró tumbada en una cama con una venda en la cabeza.
Teresa y Samu estaban ahí.

_¡Marta! ¿Estás bien? – dijeron al mismo tiempo.
_Sí…¿qué me ha pasado?
_Eso me gustaría saber a mi – dijo Teresa.

Marta recordó que en esos momentos que pasó sin conocimiento pudo ver lo que hace unos días la pastilla no le dejó recordar.
_¡Teresa!
_¿Qué?
_¡Ya me acuerdo! ¡Lo recordé cuando me quedé sin sentido!
_¿El qué?
_Lo que mis supuestos padres no querían que viera en el desván….

_¿Cómo? ¿Ya lo sabes…?
_Sí…pero ¿porqué? –Marta comenzó a llorar.

Samu no se enteraba de nada.
_¿Qué era lo que vuestros padres no querían que supierais?
Teresa contestó ya que Marta no era capaz.
_Verás Samu, nos trajeron aquí por la misma razón…Yo una noche subí al desván de mi casa, mis padres siempre me dijeron que no podía subir nunca allí, que si subía podría morir, yo me lo tomé en broma, y parece que tenían razón…
Subí aquellas escaleras y abrí la puerta del desván con una llave que les robé a mis padres. Siempre guardaban muy bien aquella llave pero mamá, o la que pensaba que era mi madre, aquel día se dejó la llave en la mesa del salón.
Cuando entré en el desván vi a mi abuelo tirado en el suelo, muerto. Lo peor esque le habían quitado el corazón….no sé era algo muy extraño, demasiado feo como para recordarlo…No solo vi eso, tambien pude ver en una mesa un mapa, que tenía varias cruces en distintos lugares de España, eran casas marcadas con una cruz, lo que ahora me hace pensar que no somos los únicos de España que estamos en esta situación, hay más casas como esta.
_Me has dejado con la boca abierta, Teresa. – dijo Samu- entonces tus padres son los que matan a la gente ¿no?
_No lo sé…y no son mis padres, soy adoptada, además…

Teresa no pudo acabar lo que quería decir porque Marta la cortó.
_Teresa, le arrancaron el corazón al abuelo, igual que a Laura…
_¿Qué dices de Laura? Olvida a Laura ya! Además, Laura murió desangrada porque le arrancaron la oreja, ya te lo dije…
_¿Y si no fue así? ¿Y si eso es lo que nos han hecho creer para que no sepamos la verdad? A lo mejor primero le arrancaron el corazón y después la oreja para que pareciera que no murió por lo otro…
_Tia…te montas muchas películas…
_Teresa….¿y si estamos aquí porque tambien quieren nuestros corazones? ¿para qué los querrán?
_¡Marta! Analiza lo que dices! Fantasmas, pasadizos, corazones, sangre…. Te estás emparanoyando sola….

Marta no dijo nada y salió de la habitación corriendo. Poco a poco todo le empezaba a cuadrar, quería saber más.
_Tengo que entrar en ese pasadizo…
Continuará…

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