La Casa

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martes, 29 de marzo de 2011

Las historias de Leo: La Casa (Historia de intriga)

Capítulo 4


Allí, tumbada en el suelo se encontraba Marta después de desmayarse. No por mucho rato, pues al cabo de unos segundos se despertó.
_¿Qué me ha pasado? Teresa…¿eres tú? ¿qué pasa?
_Nada Marta, que no sé porqué te desmayaste, ¡pero menudo susto me has pegado tia!
Yo solo te dije que Laura Pérez murió hace tiempo.
_No es posible…
_¡Claro que lo es! Dicen que le cortaron una oreja y murió desangrada…
_¡¿Qué?!
_Lo que oyes Marta, pobrecita…. Lo que no sé es quien le haría semejante cosa… mira Marta…aquí la gente va desapareciendo, no sabemos exactamente la razón, no sabemos qué está pasando…pero yo desconfío de los que se hicieron pasar por nuestros padres.
_Teresa….todo lo que me estás contando me da muy mal royo…Laura no está muerta, la he visto.
_Imposible
_¡Te lo juro!
_Marta, habrá sido el golpe o lo habrás soñado…necesitas descansar…
_¡No!
_Me voy, descansa.
_Porfavor…no me dejes sola…
_No te pasará nada, descansa Marta, te hace falta.

Teresa salió de la habitación.
Marta empezó a temblar, ella estaba segurísima de que había visto a Laura. Todo era muy extraño y para ella era demasiado, no sabía qué hacer.
Quiso dar una vuelta por la casa para conocerla mejor. Llegó a la biblioteca de la casa, era muy grande, era la sala más grande de toda la casa. Como le gustaba mucho leer decidió coger un libro. Le llamó la atención uno que ponía: No coger.
Marta, sin embargo, lo cogió, y de repente se abrió la estantería en dos. Marta vió un pasadizo que no sabía a donde llevaría, pero parecía un pasillo muy largo sin salida y estaba muy oscuro.
Tenía un poco de miedo, pero decidió entrar.
Cogió una linterna antes de ello porque sino no vería nada.
Entonces entró y se fue adentrando poco a poco en el pasadizo, encendió la linterna y en ese momento resbaló y se cayó. Enfocó al suelo con la linterna para ver porqué había resbalado y vio un charco de sangre.
Aterrorizada salió de allí corriendo y gritando.

_¡Teresa! ¡Socorroo!
Nada ni nadie le impidió salir del pasadizo. Una vez fuera corrió en busca de Teresa para contarle lo sucedido. Pero se encontró con Samu.
_¡Samu! No te lo vas a creer tio..
_Ei tranquila..¿qué es eso que no me voy a creer? Sorpréndeme.
_Un pasadizo, sangre…-Marta no podía parar de llorar.
_¿Sangre? ¿Dónde? A ver, llévame hasta ese lugar…

Marta cogió de la mano a Samu y corrió hacia la estantería del pasadizo. Cogió el libro, pero no pasó nada. La estantería no se abrió.
_Samu, ¡tienes que creerme! Esto se abría, ¡te lo juro! ¡no estoy loca!
_Yaa Marta…creo que te llevaste un buen golpe…me dijo tu hermana que ahora hasta piensas que ves fantasmas…mira yo lo de las extrañas presencias te lo dije de broma, para asustarte…pero no te lo tomes tan a pecho, esas cosas no existen. ¿Sabes cual es la realidad? Que estamos aquí encerrados y nos van matando uno a uno, y llegará mi día y el tuyo, eso es lo único que sabemos con certeza.
_Samu porfavor…no te miento, necesito que confíes en mi.
_Ei Marta, losiento, pero creo que tu hermana tiene razón, necesitas descansar…
_¡A mi nadie me toma por una loca! ¿entendido? ¡Juro que os lo demostraré!

Marta se fue muy angustiada y con un nudo en la garganta, se sentía fatal. No podía parar de pensar en Laura con la oreja sangrando....
Fue a la cocina a tomar algo y vio a una señora, intuyó que sería la cocinera.

_¿Quieres orejas?-preguntó la cocinera.
_¿Como? ¿Me está tomando usted el pelo?
_No…estamos en Carnavales, solo te ofrecía orejas.
_No gracias, prefiero agua.
_¿Quien eres tu muchacha? ¿Te encuentras bien?
_No…me encuentro fatal, no sé qué hago aquí.
_Lo que todos, hija. Estamos encerrados y esperando alguna respuesta. Muchos dicen que moriremos todos, yo no lo creo. La esperanza es lo último que se pierde ¿no?
_Sí claro…supongo…
_Tú no estás bien eh, has llorado ¿verdad?
_Paso de explicarle nada…me toman por una loca.
_Puedes confiar en mi, cuéntame.
_Pues mire, veo fantasmas, sangre, pasadizos….¿a usted qué le parece que me pasa?
_Ya…
_¿Ya? ¿eso es todo?
_Verás, no sé si lo que dices es verdad, pero sé que en esta casa algo no va bien. Primero, porque nos han encerrado sin razones. Segundo, porque cada vez desaparece más gente de esta casa y no vuelven a aparecer. Tercero, porque hace unos días leí un libro que hay en la biblioteca y vi cosas que me asombraron. Pero desde que lo leí, ese libro desapareció.
_¿Sí? Y..¿Qué ponía en el libro?
_Que una persona y solo una, conseguiría salvarnos, no a todos, pero sí a unos cuantos. Muchos morirán antes. Eso ponía, no sé, era como una especie de profecía…
_Me ha dejado sin palabras…Oiga, ¿Cómo se llama usted?
_Me llamo Carla, soy la madre de Samu, lo conoces ¿no? Me ha hablado de ti.
_¿Sí? ¿y qué le ha dicho?
_Eso queda entre madre e hijo, pero ha hablado muy bien de ti, que lo sepas.
_Vaya…no me lo esperaba. Me voy, gracias por todo.
_De nada, vuelve cuando quieras, maja.

Marta le sonrió y antes de irse le hizo una última pregunta.
_Por cierto, Carla, ¿Quién es esa niña que anda por la casa?
_Hay varias, ¿Cuál de ellas?
_No sé, es rubia, con el pelo rizado y largo, ojos verdes…
_Ah sí, es Elena. Solo te diré de ella que todo lo que dice es verdad.

Marta se fue muy pensativa, no podía ser verdad lo que la niña decía porque estaba segura de que sus padres estaban vivos.
Salió al jardín, necesitaba tomar el aire.

Entonces la vio, era Laura, y la miraba fijamente mientras seguía sangrando por la oreja.
Marta comenzó a chillar.

Continuará….

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